áspides percusivas llegaron a abrazarme,
por donde mis extremos comienzan.
No tengo pozo pa llorar
y estoy agotado.
Ni siquiera estas nubes me son nuevas,
porque ya su blanco vi,
y resulta igual a tantas camisetas ordinarias
de algodón.
Todas las frecuencias me golpean,
todas las palabras automatizadas,
todo interés por querer tener interés
o tener que querer,
por interés.
Me estallan los costados.
Nací único de una roca monominerálica
-yo que sé-
pero cansado y viejo
siendo tan joven,
de escuchar lo mismo.
Por favor, no quiero ser yo cima de montaña
porque implicaría que el mundo es
inmensamente bajo.
Y aun así, atado, mas me pongo candados de pendiente
por no querer verme sin sombra.
Tiro los ojos parriba y
no siempre veo Padre;
si me quedo entonces,
los humos más obtusos me invaden
desde los pies.
"Yo seré Jefe y Padre", susurran
silabeantes las sinapsis más vacías.
Buaf.
Desde el pan y la mandolina,
saltan planetas con melenas
de cometas
que a veces me abrazan,
que a veces me abrasan,
y me amortajo con una sábana en blanco.
A lo mejor soy yo el único androide
de este lugar
y todos los demás son
ángeles y santos,
y yo el malo por no saber querer
y querer perder
sin tampoco saber.
domingo, 22 de octubre de 2017
jueves, 27 de abril de 2017
lo que quiso decir .
Estos días azules
y este sol de la infancia,
los naranjos arden
y el azahar huye.
Los chopos cortados,
los álamos sembrados,
las lechuzas corriendo,
las ratas volando.
El viento se queja,
el polvo le frena,
el niño se queja,
la cebolla le frena.
La música se torna ruido
las vendimias, sangrías,
los vecinos se miran;
el diablo gobierna!
Aquí venimos
los vencidos,
abridnos las puertas,
preparad las defensas.
Los arcángeles heridos,
los escudos quebrados
los tinteros teñidos,
de mina y espanto
un brutal soliloquio
de esta tierra,
a la que tanto quiero
y a la que le debo tanto.
y este sol de la infancia,
los naranjos arden
y el azahar huye.
Los chopos cortados,
los álamos sembrados,
las lechuzas corriendo,
las ratas volando.
El viento se queja,
el polvo le frena,
el niño se queja,
la cebolla le frena.
La música se torna ruido
las vendimias, sangrías,
los vecinos se miran;
el diablo gobierna!
Aquí venimos
los vencidos,
abridnos las puertas,
preparad las defensas.
Los arcángeles heridos,
los escudos quebrados
los tinteros teñidos,
de mina y espanto
un brutal soliloquio
de esta tierra,
a la que tanto quiero
y a la que le debo tanto.
jueves, 23 de febrero de 2017
rezarle al olvido
Quiero rezarle al olvido
y que se pose en mí
como una mañana sorda
se posa en la intemperie.
Quiero soñar vidas
de toda índole,
y reir versos de esos
que no suenan al romperse.
Quiero escudriñar cada uno
de los todo y los nada,
como si tú lo valieses todo
y yo no valiera nada.
Quiero quejarme del tiempo
que me cobra la vida
a precio de saldo,
y reunir tus canas
para pintar de blanco mi alma,
y soñar como hace tiempo
que no he soñado.
y que se pose en mí
como una mañana sorda
se posa en la intemperie.
Quiero soñar vidas
de toda índole,
y reir versos de esos
que no suenan al romperse.
Quiero escudriñar cada uno
de los todo y los nada,
como si tú lo valieses todo
y yo no valiera nada.
Quiero quejarme del tiempo
que me cobra la vida
a precio de saldo,
y reunir tus canas
para pintar de blanco mi alma,
y soñar como hace tiempo
que no he soñado.
jueves, 2 de febrero de 2017
Suspiros afables
SUSPIROS AFABLES
Son malinterpretables mis palabras
y mis deseos de arrancarte la blusa.
Es escusa este poema para tus dudas
pasajeras.
Eres musa y reina de mis sueños,
nada más, perlo ojalá coincidas hoy conmigo
en el divagar de mi cerebro.
Parte de mi pasado y un cacho
de mi presente ¡Que suerte tenerte!
Si fueras mía, ya no existirías,
no debo tocarte, querer quiero, pero
no eres más que un capricho
en forma de espina que me clavé
cuando agarré la rosa astuta de los sentimientos.
Es fugaz soñar contigo, con tus besos,
¡Ay! pero cuan marcados se me quedan,
son el suspiro del siguiente día entero.
Y eres imposible, y te rechazaría,
y me encantas. Debería odiarte, pero,
sueño acariciarte, y qué calor
me sube por el pecho, ¡qué vivo
me haces cuando duermo! Y despierto,
soy feliz recordando esa imagen
en la que hago lo incorrecto.
Aprendí a no tenerte,
si algún día, mi vida,
se convirtiera en sueño,
perdería.
a esa mi reina musa.
mi mar profundo
de olas descaradas.
Perdería,
el suspiro cuando despierto.
jueves, 12 de enero de 2017
Discurso de investidura del cuervo presidente del Sindicato de las Aves Perdidas (SAP)
DISCURSO DE INVESTIDURA DEL CUERVO PRESIDENTE DEL SINDICATO DE LAS AVES PERDIDAS:
Hoy pongo voz, a todas aquellas palomas, colibrís, patos, jilgueros e incluso loros que viváis en el aire y fluyáis por él mismo sabiendo que os maneja como si no fuerais seres vivos. A todas aquellas que pian cuando no tienen cuerpo de piar o que tienen que anidar de nuevo cuando un temporal destruyó su antiguo nido. Aquellas que no han tenido siempre alguien con quien compartir su vuelo, o que han sido rechazados de cualquier tejado de cualquier iglesia solo por ser ellos mismos. También le pondré voz a quien no haya tenido adversidades, pues para ellos también va este discurso.
De antemano, quiero haceros ver, aunque seamos minoría, que nunca me daré por vencido, y aunque difícil sea nuestro destino, lucharé sin usar mis garras en esta vida donde tenemos que emigrar solo porque está establecido.
Fui joven, y como muchas de nosotras, me caí del nido donde con mis hermanas peleaba por el dulce manjar que del pico de nuestra madre emanaba. Si hubiera sabido, que ésta rechazaría mi imagen después de que mi inocencia hiciera mella y me cayera de nuestro fugaz hogar, me habría tirado yo mismo cual águila planea cuando avista a su objetivo. Pero no la culpo, no es preciso culpar a aquellos que nos rechazaron por sus creencias o prejuicios, ellos no tuvieron la suerte de sufrir, lo que nosotros hemos sufrido, y por consecuencia no pudieron ver, como nosotros, a otros de nuestra especie volar, desde el suelo, simplemente volaban.
¿Cómo van a pararse a pensar qué está bien y qué está mal, si nada ni nadie les ha dado un por qué para pensar? Es más fácil vivir sin cuestionarse a uno mismo, o a la sociedad.
Nuestras debilidades nos hicieron fuertes, nos hicieron luchar con el día a día. ¿Para que seguir viviendo si tengo que pelear el triple que otras aves por disfrutar un poco de una ligera brisa? La respuesta se nos hizo lógica con la experiencia, ¡Nosotros apreciamos la brisa! Puede que no volemos como las aves prodigio (nadie nos enseñó a plegar las alas), puede que no consigamos comida tan fácilmente (nadie nos enseñó a encontrarla)... Y qué más da lo habilidosos que seamos siempre que podamos disfrutar de cualquier atardecer sin necesidad de tener bajo nosotros el tejado más bonito.
Es normal que te entre furia viendo como algunas tienen todos los privilegios que nosotras nunca tuvimos y que no los aprecien ni los compartan aunque les sobre; aquellas que pueden anidar cerca de la iglesia, que pueden resguardarse a salvo de las lluvias en invierno, que tienen una fuente de agua cerca de sus nidos y a un señor mayor que les lanza pan todos los domingos... Pero no son culpables.
¿Creéis si quiera que son capaces de razonar que haya seres vivos que vivan sin nada de eso?
Y ese es mi discurso, no culpéis ni odiéis a quien sea por ser como simplemente es, regañad al que no es y aparenta serlo. Tengamos orgullo propio y unámonos. Querámonos y transmitámos ese amor a todos. Ganémonos el respeto de las demás aves con respeto, y si no nos lo quieren dar, no lloremos ni supliquemos por él, eduquemos a las aves futuras en el lenguaje del querer por simplemente ser, y quien no quiera querer, que disfrute de su soledad más amarga. Nunca existirá una paz para todos si existe un enemigo.
¡Viva la SAP! ¡Vivan los seres vivos!