martes, 5 de abril de 2016

Alan





A la orilla ha traído el agua un cuerpo de diamante,
una espesa bondad de naturaleza sobrevenida,
un niño con su inofensiva lógica impermeable,
una entonación deshumanizante...
Pero en la lejanía todos callan,
en los metros se diluyen las lágrimas
que brotan de tus hermanos,
que son mis hermanos.

Hermanos que lloran en otro idioma,
el idioma de los hijos de dios,
los legítimos herederos de toda redención
que se ven obligados a lanzarse a la mar
sin la fluvial dignidad humana,
huyendo de los diablos que disparaban,
de los que con muerte provocaron
el éxodo de Alan que embarcaba
a la urbana costa deshumanizada,
al espejismo mediterráneo que al tacto
revela  ausencia de cerebro en todo cráneo.

Desterrado homínido pagano, redimete
de tu esencia, llora por tus hermanos!

GR-TV

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