Ritmo fatal que nos hizo coincidir en el mismo camino.
Hieren ahora mi alma resquicios de dudas, claves de Fa, falsos
sinsentidos.
“Que yo no muero por un puñado de ideas vacías, con falta de
sueños.”,
“Que no, que no me rindo contra la lúcida mirada que me hace
olvidar
la causalidad de este mundo enfermo.”,
“Que no, ni por sus ojos, aunque emanen poesía.
Ni por la melodía del aire que suspira por su boca,
que no quiero,
Que sea mía.”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario