lunes, 24 de octubre de 2016

5 pavos un cuchillo 10 una pistola.

5 PAVOS 1 CUCHILLO,
10 UNA PISTOLA. 

Cuesta un pero en la espalda
querer tener algo que no se tiene
nos puede más la ambición por tenerlo
que la preocupación por ser consecuentes.
Se nubla el necesario ingenio,
se ahogan las fugaces ideas
grita tu cerebro, le puede la avaricia.
Grita, grita y no te escuchas 
grita y comanda tu caída. 
Se choca, ¡Grita más! y ordena
manipula, horroriza de verdad
y ningún consejo servirá
para tomar las riendas de tu vida. 

¿Quiere un loro hablar
cuando intentamos enseñarlo? 
Quizás si no le repetimos 
palabras como a un tonto
que solo, en sílabas se pierde
puede, al no ser sordo
y tener un poco de mente,
que alguna palabra se guarde
en el subconsciente.
Al fin y al cabo,
lo tendremos enjaulado
¿qué va a hacer si no muere? 

¿Quiere una abeja picar
con su doliente aguijón
o volar tranquila polinizando
el aroma del ambiente? 
Y pica, 
Y fallece pensado que
murió para defenderse. 

Y somos los humanos
los que nos defendemos matando
los que arrojamos nuestra ira
y repudiamos a los inocentes.
Somos esos ilusos vengadores
que consumimos ahogando 
al ciego, sabio, viejo y generoso,
medio ambiente. 
Somos nosotros los loros
que repetimos lo que hace la gente.



jueves, 20 de octubre de 2016

Adiós. Hasta otra vez o nunca.

Quién sabe qué será,
y en qué lugar de niebla.

Si habremos de tocarnos para reconocernos.

Si sabremos besamos por falta de tristeza.

Todo lo llevas con tu cuerpo.

Todo lo llevas.

Me dejas naufragando en esta nada
inmensa.

Cómo desaparece el monte
-me dejas…-,
se hunde el río
-…en esta…-,
se desintegra la ciudad.

Despiertas…

                      - Ángel González -

domingo, 16 de octubre de 2016

Dibuja

DIBUJA.

Sucio armario blanco.
Albergas mi mañana
Siempre abierto
En el primer plano de mi mirada.
Ya no existes
Apenas quiero que exista nada.
Ni el cojín de mis pies
Ni mis pies, ni mi palabra.
Se fue quemando mi vida
No sabia que hubiera fuego en mi alma
Y ya quemada y en cenizas reducida
Queda solo humo que ahoga mi calma.
Ansiada silueta del futuro
Tampoco existe y esta marcada
Por un pasado oscuro y un presente en llamas.

Y Qué me queda

Soledad de fiesta acompañada
Largos minutos esperando rechazos
Discusiones con desconocidos
Por desconocidas causas
Irracionales motivos
Para llorar en la cama.
Ver en tu agobio
Mi ansiedad mas labrada
Ver que mis intentos
No sean mas que baladas
Ver como la lluvia derrocha el agua
Que a mi sed de ira saciaría
Y acabaría, con tus pestañas
Mojadas de lagrimas.

Apagaré las luces para no ver mis pies
Para no sentir que exista
Morfina barata.
No envidiare al humo que sale de mi boca
El puede irse
Como tu soledad
Y ahí estas
Con la mano en mi espalda apoyada.

crr

.....

nunca esperes nada de nadie

viernes, 14 de octubre de 2016

Al dia de la hispanidad

Hay cierta incertidumbre en las palabras que solo aclaran los actos.

El día de la hispanidad, llamadme loco, debería ser una fiesta de hermandad, fraternidad y solidaridad para con el resto del mundo, en el que históricamente tanto hemos intervenido.

Cuando veo soldados, armas desfilando, como si las armas pudiesen tener un fin positivo en sí mismo,  miro a la gente y no veo nada nuevo.

Hay quien que se avergüenza de España y quien la ama como si su corazón pudiera amar a 48 millones de personas .

Entonces me doy cuenta de que no somos Estados Unidos, ni somos Francia, ni somos Israel. Hay en la frente del español una tolerancia innata, una idiosincrasia que abruma la esencia misma de nuestra especie, hay tanto por lo que festejar, tanto vino que beber, tanto que vivir, tantas cosas que al nombre de español responden y merecen, tanto odio que olvidar, tanta historia que aprender, mirarse en tantos ojos, y en lo que nos queda por hacer...

No entiendo por qué sacar tanques victoriosos, ni besar banderas con los ojos abiertos, (nunca un beso de amor se dio con los ojos abiertos).

Yo amo España porque en España viven mis seres queridos, porque es donde puedo hablar y que se me entienda, porque esta es la tierra de mis padres y la de Lorca, Vicente Alexaindre, Alberti, Bécquer y Cernuda, Lope de Vega y Góngora, Velázquez, Murillo, Picasso y tantos otros desconocidos, verdaderos amantes de España que no tienen desfiles ni se escuchan entre sus campanas. Solo la muerte conoce, en su frente de yunque y espada, una alfombra de sangre para los asesinos, su jornal y su guadaña.

Pobre del que mate por España, que mi tierra no dispara sino abraza. Pobre del que alza el brazo y su añoranza que no hay tiempos que devuelvan gloria ni gloria que justifique una matanza.